Ciudad electrodulce es una creación de ficción en donde todos los elementos pertenecen a la estética del dulce. Dando cuenta de cómo, a través de lo visual se atrae el consumo infantil de comida chatarra. Parte de su diseño es realizado a partir de la observación de tarjetas electrónicas, de sus circuitos y características. En estos paisajes siempre hay una central de abastecimiento que genera los productos comestibles: grasa y azúcar la base principal de su composición real.
Son varias las problemáticas que se pueden abordar. La obesidad infantil, el poder de la imagen y de las empresas que logran construir no sólo un producto comestible si no una marca, quienes adquieren estos productos no solo compran el contenido del envase sino el diseño del envase, el juguete que viene de regalo.
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